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La desaparición de las Páginas Amarillas y el aumento de la búsqueda local online

Páginas Amarillas comenzó como un accidente

Situémonos en 1883, siete años después de que Alexander Graham Bell realizara con éxito la primera llamada telefónica. Una pequeña imprenta en Cheyenne, Wyoming, estaba ocupada trabajando en la producción de un directorio telefónico local.

Pero se les acabó el papel blanco, y lo cambiaron por páginas amarillas.

Esta peculiaridad en la producción fue involuntaria, pero resultó que pronto ganó popularidad. De hecho, es debido a ello que hoy en día tenemos el concepto de ‘páginas amarillas‘. En un tiempo relativamente corto, los listados telefónicos de todo el mundo se imprimían en papel amarillo como norma general, independientemente de la compañía telefónica que los produjera.

Entonces, durante más de un siglo, estos directorios fueron la única forma fiable para los clientes de buscar un negocio o servicio.

La ubicuidad de estos folletos de páginas llamativas no se debe tomar a la ligera; estaban en todas partes. Cada uno de estos listines pesaba entre 1.5 kg y 2 kg de media y, en los Estados Unidos, había 1.7 copias de las páginas amarillas impresas por cada persona; esto equivalía a la tala de 20 millones de árboles al año.

Además, estos enormes libros amarillos una vez costaron mucho dinero.

En 2009, toda la industria de las páginas amarillas obtuvo ingresos por valor de 26.000 millones de dólares, cifra significativamente superior a los 21.800 millones de dólares obtenidos por Google en 2008.

Movámonos ahora hasta el presente

Hoy en día, tocamos nuestro smartphone más de 2.000 veces al día. Por supuesto, pocos de nosotros usamos nuestros teléfonos móviles para llamar a alguien. La mayoría estamos enviando mensajes de texto o revisando el correo electrónico.

Pero aún así, seguimos confiando en nuestros teléfonos para buscar empresas y servicios.

Sin embargo, a medida que los teléfonos se han convertido en smartphones, los directorios de páginas amarillas han ido perdiendo rápidamente su relevancia;  el mes pasado, después de un descenso en las ventas, Yell anunció sus planes de cesar por completo la producción de sus Páginas Amarillas para enero de 2019. Siendo el mayor productor de páginas amarillas del mundo, este es el último clavo en el ataúd para el directorio de negocios impreso.

Ahora las páginas amarillas son oficialmente una reliquia del pasado. Pero si nadie las usa, ¿dónde pueden los clientes encontrar negocios locales?

Sin directorios impresos, los consumidores confían ahora casi enteramente en Internet.

De hecho, el 83% de los consumidores ahora encuentran negocios locales usando un motor de búsqueda online, y aproximadamente la mitad visitará la tienda que encuentran en menos de un día.

Pero aunque aproximadamente el 90% de los consumidores afirman buscar negocios locales en Internet, sólo el 10% de las pequeñas empresas tienen un sitio web.

Este es un problema recurrente. Cada vez más clientes buscan servicios online, y esta tendencia no muestra signos de ralentización. Sin un sitio web, la mayoría de las pequeñas empresas son sencillamente invisibles.

Las ya antiguas páginas amarillas serán reemplazadas por una solución digital; estos directorios ahora publican listados en Internet en vez de en papel.

Pero los clientes de hoy en día están buscando en Google el servicio que quieren más a menudo de lo que están recurriendo a listas anticuadas.

Aunque ahora Yell puede anunciar tu negocio en Google, los clientes a menudo gastan miles de euros por tan solo un puñado de clientes potenciales.

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