Más de 1000 millones de personas inician sesión en Facebook todos los días, hecho que ha convertido a la red social en uno de los medios más eficaces para anunciarse en internet. ¿No te interesaría poder mostrar tu negocio a esa audiencia gracias a la publicidad en Facebook?
Da igual a quién quieras dirigir tu producto: desde directivos a parados o estudiantes, lo más probable es que todos tengan una cuenta en Facebook y se conecten a diario. ¿Imaginas poder dirigir tu producto a estudiantes de publicidad que vivan en Madrid, tengan entre 18 y 22 años, sean de sexo femenino y además residan en Vallecas?
La hipersegmentada base de datos de Facebook permite apuntar directamente al público que escojamos sin margen de error. Esto dista mucho de que vayamos a hacernos millonarios, pero sí nos asegura que vamos a llegar exclusivamente a los usuarios que queramos en función de su segmentación (información que además ha sido facilitada por ellos mismos en sus perfiles).
Es decir, si en mi perfil incluyo que me entusiasman los gatos y los festivales, no sería de extrañar que alguna empresa que guarde relación con mis aficiones y se publicite en FB llegara a mis ojos y no precisamente por obra del espíritu santo. Seguramente yo sea uno de los potenciales clientes a quien le va a aparecer ese tipo de publicidad. Si además el contenido me parece de calidad, seré yo misma quien me encargue de expandirlo entre mis amigos y estos, a su vez, a los suyos. Por lo que la viralización de los anuncios es otra de las ventajas.
Este tipo de publicidad basada en aspectos sociales y contextuales se denomina Social Ads. Podemos encontrarla en otras redes como Instagram, Twitter, YouTube, Snapchat, Pinterest o LinkedIn. En el caso de Facebook, además de disponer de una audiencia potencial de gran tamaño, ofrece la ventaja de ser muy visual y contar con múltiples opciones de segmentación: desde demografía e intereses, hasta públicos similares.
Tenemos que tener en cuenta que el sistema de anuncios de Facebook, funciona como una subasta en la que la red siempre sale ganando. Los anunciantes pujan para que sus anuncios se muestren a un grupo previamente definido y la red social muestra aquellos que le resultan más rentables.
Por ello, la variable más importante es el anuncio ‘tipo de público a quien va dirigido’. Si la campaña que deseas realizar es a largo plazo, no estaría demás hacer uso de ‘optimizadores’: expertos que se dedican a realizar múltiples variaciones previas en los anuncios para observar su eficacia y rentabilidad. Sin embargo, no todo el mundo puede costearlos por cuestión de tiempo y dinero.
A continuación veremos los dos métodos más comunes de publicidad de pago en Facebook y cuál es el más adecuado en función de nuestra compañía:
CPC (coste por clic) o pagar por cada vez que hagan clic en tu anuncio
Este es el modelo más recomendable para conversiones y ventas o cuando queremos obtener fans. Normalmente se utiliza para redirigir a la audiencia a otra página donde se realiza una compra o descarga. Además es el más adecuado para aquellos que no cuentan con demasiado presupuesto o son nuevos en el uso de Facebook Ads ya que, aunque nunca llegarán a pagar por debajo de su puja, tampoco se expondrán a pagar por anuncios de baja efectividad.
Como anunciante, la ventaja de este método es que nos permite competir con grandes marcas por clics y controlar de forma sencilla nuestro presupuesto.
CPM (coste por mil): referido a cada mil impresiones
Es decir, el coste por cada mil personas que ven tu publicidad o sale impresa en su muro. Este es el método más adecuado para posicionamiento de marca. Con esta opción sí podemos conseguir un precio por debajo de la puja de FB, sin embargo requiere tiempo y dinero para el proceso de ‘optimización’.
También se trata del método más efectivo si lo que queremos es dar visibilidad a nuestra marca en el menor tiempo posible. Aunque el anuncio no lleve necesariamente al usuario a una acción concreta como en el CPC (clic, compra o descarga), Facebook seguirá difundiéndolo ya que cobra por cada mil impresiones… ¡y eso no va a perderlo!
En cualquier caso, Facebook siempre va a salir ganando. Por ello es fundamental tener en cuenta que la fase inicial del anuncio será determinante para el futuro de la campaña, ya que en función de los resultados obtenidos Facebook se encargará de difundir aquellas campañas que le generen mayor rentabilidad (ya sea por CPM o por CPC).
Cabe destacar que podemos haber pujado por una campaña basada en CPC, pero nuestro anuncio, a pesar de haber obtenido 1000 impresiones, puede no haber generado ningún clic y, en este caso, a Facebook no le saldrá rentable y lo retirará.
Por otra parte, cuanto más paguemos por un clic, más rápido saldrá el anuncio y ocupará una mejor posición a nivel visual en los muros de FB. Pero de nuevo esto tampoco quiere decir que si pagamos menos no vayamos a poder cumplir con nuestra cuota de clics pactada.
Vistos ambos casos, recordemos que el presupuesto siempre lo fijas tú y, mientras no hagas perder a Facebook, también podrás ganar tú.