El Masaje está dotado de una técnica muy elaborada, en la que la precisión, la armonía y la perfección son ejes fundamentales; no obstante; más importante aún que la técnica en este tipo de masaje es la intencionalidad, el tacto consciente, el arte de “estar presente”.
En definitiva, podríamos definir el masaje como una técnica de relajación caracterizada por la combinación de movimientos largos, armoniosos, fluidos e integradores que envuelven todo el cuerpo, incrementando la sensación de plenitud, la consciencia corporal a través del contacto consciente, la respiración y la presencia como hemos mencionado en el párrafo anterior.
Se practica sobre una camilla durante una hora aproximadamente y se acompaña de música relajante para conseguir esa sensación de bienestar de una manera profunda y plena.
El masaje Kaizen se diferencia de cualquier masaje clásico por su concepción tridimensional del cuerpo, su toma en cuenta de la emoción del receptor (disimulada en la memoria corporal) y su armonización del esquema corporal.
Este masaje envuelve el cuerpo en un todo indivisible, ya que trabaja todo el cuerpo desde la consciencia y la presencia.
Desde el comienzo del mismo podréis comprobar cómo el masajista conecta con la intuición, con el ser, con el corazón, con el amor incondicional, con la energía…, creando así presencia en su cuerpo y por lo tanto creando presencia también en el paciente mediante el tacto consciente.
Madrid
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