Ya en 1994, Josh Quittner, periodista de la revista Wired, compró el nombre de dominio “mcdonalds.com”.
Abajo hay un extracto del artículo que escribió sobre su acrobacia:
‘¿Has descubierto que Internet es algo grande?’ preguntó Jane Hulbert, de relaciones con los medios de comunicación de McDonald’ s, con quien hablé no hace mucho.
Claro que para los ojos contemporáneos esta pregunta parece algo fuera de lugar. Internet, resulta, estaba a punto de ser algo grande.
Pero mientras que McDonalds no estaba interesado en comprar “mcdonalds.com” inicialmente, finalmente no quedo otra que comprar dicho nombre de dominio a Quittner (después de que la historia saliera a la luz, claro), quien luego donó a la caridad sus cientos de miles de dólares en ganancias.
Hoy en día, los nombres de dominio son aún más valiosos. En 2010, por ejemplo, la dirección web “insurance.com” se vendió por 35,6 millones de dólares (28.7 millones de euros), lo que la convierte en el dominio más caro jamás vendido.
Está bastante claro que los nombres de dominio personalizados valen la pena, no sólo para las corporaciones megalíticas, sino también para los propietarios de pequeñas empresas.
¿Qué es exactamente un nombre de dominio?
Cada sitio web que visitas tiene un nombre de dominio (ahora mismo, por ejemplo, estás en blog.ueni.com).
Los nombres de dominio se crearon en primer lugar como acceso directo técnico para los usuarios de Internet, es decir, como un sustituto nominal de las direcciones IP, cada una compuesta por una serie de números única. En lugar de obligar a los navegadores web a memorizar la dirección IP asociada a cada sitio web que quieren visitar, los pioneros de Internet crearon los primeros nombres de dominio.
Piensa en los nombres de dominio como si fueran los contactos almacenados en tu teléfono móvil; cuando quieres llamar a alguien, sólo tienes que seleccionar su nombre (porque probablemente no sepas el número de memoria).
Mientras que puedes utilizar sitios de terceros para comprar un nombre de dominio, el organismo encargado de registrarlos se llama ‘Internet Corporation for Assigned Names and Numbers’ (ICANN), una organización sin fines de lucro con sede en California.
Actualmente, ICANN informa que hay 252 millones de nombres de dominio registrados en todo el mundo.
Tu nombre de dominio es una extensión de Tu Marca
Digamos que te llamas Enriqueta y tienes una panadería. Llamémosla ‘Panadería Enriqueta’.
Hola, Enriqueta.
Escucha, Enriqueta, si creas un sitio web para tu panadería usando un generador de sitios web como SquareSpace, tendrás que comprar un nombre de dominio personalizado a través de ellos, asumiendo que quieras uno.
Pero deberías querer uno.
De lo contrario, la dirección de tu sitio web será algo así:
squarespace.panaderiaenriqueta.com
No suena muy pegadizo.
Ahora imagina que pagaste a una compañía de construcción -llamémosla ‘Creamos cosas S.A.’ – para construir tu panadería de ladrillo y mortero. Pero sólo con la condición de que, cuando le digas a los clientes tu ubicación, tienes que decir: ‘Está en Creamos cosas S.A., Calle Mayor número 12’.
No te engañes, Enriqueta: las palabras son poderosas y los nombres de marca importan. Así que si decides mostrarte como alguien profesional, mejor que mejor. Los nombres de dominio personalizados añaden credibilidad y aumentan el reconocimiento de tu marca; cuánto más fácil sea recordar tu nombre, más probable será que alguien te busque en el futuro.
Claro, una rosa con cualquier otro nombre olería igual de bien.
Pero ‘roses.com’ es propiedad de Florist’s Transworld Delivery (FTD), una compañía de arreglos florales con sede en Illinois, Estados Unidos, y con un valor de miles de millones de dólares.
Los nombres de dominio no son todos igual de buenos.
Cuando elijas el tuyo, asegúrate de que sea corto, fácil de pronunciar y difícil de olvidar.
Asegúrate de que todo el mundo (Internet) sepa que tu sitio web es tuyo.
Si regentas un negocio y te has tomado la molestia de lanzar un sitio web, te mereces la propiedad total.
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No creemos que nuestro nombre deba estar antes que el tuyo.
Después de todo, es tu dominio.