Quizá la acuñación ‘Network Marketing’ por sí sola puede pasar desapercibida entre las mil estrategias de marketing que existen hoy en día. Sin embargo, si mencionamos (por ejemplo) la ya mítica marca ‘Avon’, seguro que nos viene a la cabeza una forma muy concreta de hacer negocio.
Se trata de un modelo de empresa que se sustenta en una red de vendedores en diferentes niveles. Se basa en una comunicación directa vendedor-cliente, añadido a la posibilidad de que los clientes se conviertan a su vez en promotores de la marca. Existe una jerarquía en la empresa, pero no la figura de jefe como tal. De esta manera, cada vendedor, gracias a la independencia con la que trabaja, decide en qué medida se involucra en el proyecto, pudiendo suponer desde un trabajo a tiempo completo hasta una fuente complementaria de ingresos. Y por supuesto, como en todos los modelos de negocio ya existentes, la revolución digital ha cambiado la forma de hacer Network Marketing.
¿En qué consiste el Network Marketing?
Una de las grandes ventajas de este modelo consiste en la mínima o incluso nula inversión que los promotores de marca deben realizar para convertirse en tal. Hace unos años la metodología consistía en realizar ventas directas a particulares, amigos, familiares… Básicamente, el boca a boca era el protagonista en estas transacciones. Ahora, debido a la transformación de la comunicación, este proceso está cambiando gracias a Internet en general y las redes sociales en particular.
La nueva era digital le ha hecho un gran favor al network marketing, pues el antiguo sistema de venta ha evolucionado de manera que ya no es el vendedor el que va llamando a puertas de potenciales clientes, sino que son las personas las que se interesan por la marca, las que tienen acceso a diferentes canales de comunicación para informarse acerca de la marca o los productos. Al tener tanta información disponible por diferentes vías, la figura del agente ha evolucionado. La clave de su trabajo en este nuevo entorno es trazar muy bien el mensaje y la imagen que queremos proyectar. Por esto, la presentación de la marca tiene que ser lo suficientemente atractiva para que nuestros potenciales clientes sean los que llamen a nuestra puerta y no al revés.
El Network Marketing en las redes sociales
Con el auge de las redes sociales, el contacto interpersonal es mucho más inmediato y práctico, lo que favorece enormemente al agente. Éste tiene la posibilidad de construir una marca personal sólida y confiable a través de una o más redes sociales, lo cual puede convertirse en la mejor herramienta de ventas. Evidentemente, el contacto personal no se ha perdido. Simplemente existen infinidad de nuevas herramientas que consiguen facilitar el trabajo, cada agente o empresa decide cuales de ellas van a ser más rentables para su negocio, sin perder nunca el contacto directo con el cliente (que no deja de ser uno de los atractivos del network marketing).
A nivel más global, es interesante la posibilidad de crear una comunidad (redes sociales, blog…) al rededor de la marca. Podemos convertirnos en expertos en el sector, más allá de focalizarnos en las ventas, y ser una fuente de información sobre la materia fiable y de calidad para nuestros potenciales clientes. Construir una red de seguidores que puedan convertirse en futuros clientes, y fidelizar a los ya existentes.
Como ejemplo, las míticas demostraciones de producto, tan comunes en esta forma de venta, pueden pasar de hacerse en casa a hacerse por videollamada. Más rapidez, inmediatez y eficacia.
Ésta no es más que una evolución lógica del modelo de negocio del network marketing. Partiendo de la base de prescindir de los intermediarios, de un contacto más directo entre la marca y el cliente, las nuevas formas de comunicación han favorecido enormemente esta tarea. Cada vez es más accesible e inmediato conectar de tú a tú.
